La constante innovación y experimentación que Salvador Badillo introduce en su Sento-Ryu Aiki tiene todo que ver con su experiencia de campo. Asesor y entrenador de agentes de policía encubiertos. Ex-escolta y con una breve pero intensa experiencia como agente de policía, ha puesto a prueba sus conocimientos teóricos, comprendiendo que éstos no se ajustaban siempre a las necesidades reales. Por ello ha seguido trabajando para una ejecución efectiva, realista y alejada de la espectacularidad, de las Artes Marciales y las técnicas de defensa.
"Como objetivo primordial, las Artes Marciales están relacionadas con la efectividad y eficiencia de unas determinadas técnicas que tienen como objetivo resolver una situación de violencia, defendiéndonos de la mejor manera posible y causando los mínimos daños al agresor. Hay que neutralizar la amenaza tratando de no causar daños irreparables. Ahora bien, como resultado de la práctica honesta de dichas artes, ciertamente se llega a un estado de paz interior basada en la seguridad en uno mismo y en las propias capacidades. Debo avisar, no obstante, que esta paz interior no llega, se instala y dura para siempre: hay que trabajarla día a día, con disciplina, entrenamiento intenso e introspección".
Sin duda, toda una Vía de equilibrio Cuerpo-Mente-Espíritu que, a través de la revolución en la práctica, vuelve a los orígenes en los que se ha basado la tradición.
Una visión revolucionaria.
